Descripción enviada por el equipo del proyecto. El parque infantil MacroLotto Zero Prato es una de las principales intervenciones de reutilización en el proyecto más amplio de regeneración urbana "P.I.U. Prato", que involucra el área Macrolotto Zero, un tejido industrial urbano altamente explotado con fines residenciales y productivos, sin espacios ni servicios públicos.
Desde que el sistema productivo de la ciudad comenzó a sufrir una trayectoria decreciente, el barrio ha sido testigo del abandono progresivo de sus ciudadanos, empresarios y el asentamiento simultáneo de la comunidad china, que encontró en la mezcla funcional de la zona las condiciones ideales para vivir y trabajar.
El "P.I.U. O Prato", financiado por la Comunidad Europea y el Municipio de Prato, tiene como objetivo la recalificación de la región de Macrolotto Zero mediante la implementación de políticas de regeneración urbana y social, transformándola en un espacio habitable social y económicamente a través de un conjunto de operaciones centradas en el mismo denominador común, el espacio público.
El proyecto incluyó la restauración de naves industriales y su adecuación para dar cabida a nuevas actividades sociales y culturales -como la Mediateca, un espacio de Coworking y un Mercado Metropolitano- incluyendo la regeneración de espacios exteriores y espacios verdes, además de intervenciones de movilidad sostenible.
El Patio de Juegos es el espacio público más grande de todo el desarrollo, construido en un lugar previamente utilizado como estacionamiento ilegal y almacén para un complejo industrial abandonado. El área en sí representó una oportunidad única, a pesar de la falta de recursos. A excepción del silo de almacenamiento de agua, el espacio representa un polo estratégico para una recalificación urbana más amplia, además de sus conexiones con el nuevo sistema de espacios públicos en ejecución en la zona.
El proyecto consistió en conjugar un enfoque de reutilización con respeto a la estructura consolidada y esencia compleja de la zona, transformando en recursos las características y límites ambientales y planimétricos existentes, con el objetivo de convertir un espacio anónimo y aislado en un nuevo hito urbano, de forma singular reconocible en sus características artísticas y arquitectónicas, capaz de estimular el sentido de comunidad y pertenencia de la población, creando un lugar de agregación social y libre expresión.
Toda la plaza se caracteriza por una fuerte presencia de colores, divididos en segmentos para cada función, dando dinamismo y carácter al suelo. La zonificación visual busca crear un contraste con las áreas verdes adyacentes del jardín, y así implementar dos subsistemas funcionales integrados diferentes, capaces de valorarse entre sí y sus diferencias y potencialidades.
Los colores característicos de la región también se convierten en el componente artístico de la nueva obra de Zed1, un conocido artista callejero que intervino en la superficie del silo, que recuerda la multiétnica del barrio y la ciudad, enviando un mensaje de solidaridad y unidad para afrontar el futuro.
La apertura del área al público proporcionó una importante retroalimentación sobre la transformación esperada. La alta tasa de asistencia y satisfacción de los usuarios en los distintos grupos de edad indica que el proyecto ha logrado los objetivos de recalificación urbana y social establecidos por el Municipio en la fase inicial de planificación.